A medida que se levanta el confinamiento y comienza el verano, pensamos en las vacaciones y en los días en la playa. Adivinen qué: no son los únicos que anhelan un poco de sol. ¡Lean lo que nuestro propio Jason Phillips tiene para decir sobre por qué a los gatos les encanta tomar el sol!
Es una verdad universalmente reconocida que un gato satisfecho con el estómago lleno necesita un rayo de sol para dormir. Al menos creo que así dice la cita. Sin embargo, no hace falta la capacidad de observación de Jane Austen para reconocer este rasgo felino tan común. Entonces, ¿por qué lo hacen los gatos? Bueno, como diría Liam Gallagher, ¡necesitan un poco de sol!
Todo está en los genes
Los gatos necesitan dormir aproximadamente entre 12 y 16 horas al día, por lo que es lógico que estén cómodos. Sin embargo, no todos los gatos disfrutan de tomar el sol en la misma medida. Si bien el linaje del gato doméstico se remonta a los climas soleados de Oriente Medio, algunas razas de pelo largo, como el gato siberiano y el gato del bosque noruego, evolucionaron a partir de los climas más fríos del norte de Europa y Rusia respectivamente. Las diferencias en el hábitat han provocado ciertas adaptaciones, sobre todo la longitud y el grosor del pelaje, que pueden influir en el grado en que un gato toma el sol.
Preparación para dormir
Cuando un gato duerme, su tasa metabólica basal disminuye. Una teoría es que los gatos contrarrestan esto calentándose tanto como pueden para compensarlo. Así, ya sea tumbado en el alféizar de una ventana o encima de un radiador, tu gato está aumentando su temperatura interna en preparación para la inevitable caída cuando empiece a dormitar. Al hacer esto, un gato puede conservar energía en lugar de sacrificar calorías adicionales para mantener su temperatura central.
La importancia de la temperatura corporal
Si alguna vez has acariciado a un gato que toma el sol, es posible que te hayas preguntado cómo puede soportar el calor. Bueno, puede que tenga algo que ver con el hecho de que la temperatura corporal interna de un gato suele estar entre 99 y 102,5 grados Fahrenheit. En comparación con la temperatura corporal humana de 97,7 y 98,6 grados Fahrenheit, tal vez no sea sorprendente que nuestros gatos parezcan estar más cómodos al sol. Sin embargo, hay algunas señales de advertencia a las que debemos prestar atención. Hablaremos más sobre eso más adelante.
El lado negativo de la dieta alta en proteínas
Al ser carnívoros obligados, los gatos necesitan un porcentaje mucho mayor de proteínas en su dieta en comparación con otras especies como los humanos o los perros. Si bien los niveles altos de proteínas, generalmente del 30 al 40 por ciento, son esenciales en los gatos para alimentar sus sistemas inmunológico y nervioso y garantizar un crecimiento saludable del pelaje, una dieta alta en proteínas no preserva el calor corporal de la misma manera que lo hacen los carbohidratos. Esta es otra razón por la que los gatos buscan oportunidades para calentarse de forma natural.
Vitamina D: la vitamina del sol
La mayoría de nosotros somos conscientes de los beneficios de la vitamina D para nuestra salud y de la importancia de la luz solar natural para nuestro bienestar. El aumento del uso de suplementos de vitamina D en los meses de invierno es un testimonio de la creciente conciencia de esta importante clave para la buena salud. En los gatos, la vitamina D no se puede producir mediante la exposición de la piel a la luz solar directa. Los gatos obtienen su ingesta de vitamina D principalmente de los alimentos. Sin embargo, la vitamina D también se puede absorber a través de secreciones oleosas que se convierten a través de los rayos del sol, quedan atrapadas en el pelaje del gato y luego se ingieren a través del acicalamiento.
Algunas precauciones
En general, a los gatos les encanta pasar tiempo al sol. Los gatos mayores, por ejemplo, suelen buscar la luz del sol para aliviar el dolor de las extremidades artríticas. Pero, como cualquier otra cosa, demasiado sol puede ser peligroso. Los gatitos y los gatos mayores, que tienden a dormir más profundamente, deben ser vigilados con atención. Asegúrese siempre de que los gatos que viven al aire libre tengan acceso a la sombra y al agua y esté atento a la apatía, los patrones de respiración inusuales y los signos físicos de ardor en la nariz y las orejas.
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